Nota de prensa

En medio de la crisis, tranquilidad y esperanza.

Cómo están respondiendo los Santos de los Últimos Días a los cambios temporarios en la manera de adorar.

             En medio de las medidas que han tomado los gobiernos para proteger a su población y que han alterado de muchas formas la vida cotidiana de todas las personas, inclusive cómo practican sus creencias religiosas, los miembros de la La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, están viviendo experiencias maravillosas en sus hogares al seguir los consejos de sus líderes.

Ante las medidas de aislamiento y la imposibilidad de reunirse en las capillas para adorar y aprender, "Ven, sígueme" (programa de estudio del Evangelio de Jesucristo y que fue implementado de manera visionaria hace más de un año) ha sido fundamental para mantener el aprendizaje del evangelio en el hogar. El valioso contenido del curso de estudio y la facilidad de acceso al mismo por medios electrónicos permite no depender exclusivamente de las clases dominicales en los centros de reuniones, de manera que el impacto de no poder asistir a éstos ha sido muy reducido.

Durante el primer domingo desde que las reuniones se encuentran temporalmente suspendidas, millones de miembros de la Iglesia tuvieron la posibilidad de participar de la Santa Cena (ordenanza sagrada para los Santos de los Últimos Días en memoria del Sacrificio de Jesucristo por la humanidad) con sus familias. En la seguridad de sus hogares cantaron himnos, oraron y compartieron la enseñanza del evangelio con grandes y pequeños. En los países de Argentina, Chile Paraguay y Uruguay los miembros de la Iglesia no fueron la excepción e hicieron los preparativos y enfrentaron las circunstancias con mucho entusiasmo y dedicación.

                

 Los más jóvenes están dando un ejemplo notable. El impedimento de reunirse para llevar a cabo las clases de Seminario (programa de estudio diario de las escrituras para jóvenes) no ha amilanado el entusiasmo de los participantes y es así como en muchos lugares siguen adelante con sus clases diarias usando tecnología para comunicarse entre ellos y con los maestros.

En su reciente mensaje a los miembros de la Iglesia de todo mundo, el presidente Nelson pidió que se hicieran todos los arreglos para seguir ministrando a los necesitados. Los miembros han respondido a este llamado buscando maneras de ayudar y prestar el servicio requerido con las limitaciones impuestas. Es asi que las llamadas telefónicas y los mensajes de texto para verificar necesidades, asi como el compartir ánimo y pensamientos edificantes por todas las váas disponibles se estan convirtiendo en una actividad cotidiana entre los Santos de los Últimos Días.

 

Ver mensaje del Presidente Nelson a los miembros de La Iglesia en el mundo

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