Nota de prensa

Cómo la Iglesia ayuda en los tiempos del Covid-19

Esfuerzo conjunto con gobiernos y autoridades de la Salud

 

Ayuda con la repatriación de personas

El rápido avance que ha tenido el Covid-19 por todo el mundo ha provocado cambios forzados en  la vida de muchas personas, especialmente en la de aquellos que por una u otra razón se encontraban de viaje cuando se declaró la pandemia mundial y se comenzaron a cerrar las fronteras, cancelar todos los vuelos, dejando a muchas personas varadas en países que no son los de ellos. Este era precisamente el caso de varios chilenos que se encontraban en Estados Unidos, otros tantos en Uruguay y algunos nacionales de este último país que se encontraban en Chile; todos con una historia de vida distinta y cuyo factor en común era, aparte de su nacionalidad, el encontrarse en suelo extranjero y sin posibilidad cierta de un retorno rápido a sus países de origen.

Ante la angustiosa necesidad de que estas personas volvieran  a su país, la Cancillería llevó adelante distintas iniciativas para lograr este objetivo. Es así que el Ministro de Relaciones Exteriores, Teodoro Ribera, decidió tomar contacto con el Elder Juan Pablo Villar, miembro de la presidencia de área de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días  para solicitar,  en la medida de lo posible, ayuda de la Iglesia con unos vuelos charter contratados por ésta para el traslado de sus misioneros. De esta manera se dio inicio a un gran esfuerzo  conjunto entre la Cancillería  de Chile, el  Consulado General de Chile en Los Ángeles, la Embajada de Chile en Uruguay y La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, para cumplir el anhelo de muchas familias de chilenos y uruguayos de volver finalmente a su tierra.

Este trabajo mancomunado tuvo su fruto este lunes 30 de marzo al arribar  al aeropuerto Comodoro Arturo Merino Benítez de la capital, el vuelo Delta proveniente desde Salt Lake City, Utah, Estados Unidos, trayendo de regreso al país a un grupo feliz de chilenos y residentes.

El vuelo en cuestión se trata de un charter contratado por la Iglesia para traer de vuelta a Chile a misioneros que se encontraban prestando servicio misional en varios lugares de Estados Unidos, y también para llevar de regreso a un grupo de ellos de origen norteamericano que servían en Chile.

En el avión también venían 12 misioneros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días que se encontraban prestando servicio misional en los Estados Unidos, quienes eran  la razón principal,  junto a varios otros misioneros sirviendo actualmente en Chile, para que la Iglesia originalmente contratara el charter, el que, sin costo alguno, puso a disposición del gobierno de Chile para el noble fin de repatriar chilenos y residentes varados en Estados Unidos.

En Uruguay también se realizó una labor estrecha con la Embajada de Chile en ese país oriental, la que culminó con ciudadanos chilenos volviendo a Santiago y, a su turno, uruguayos que estaban en Chile volviendo a Montevideo. En ambos casos, la alegría excedía a los pasajeros retornando y se extendía a sus familias, las que esperaban con ansias el regreso de sus seres queridos.

Chilenos Retornando
Franco Fuentes, uno de los chilenos que pudo retornar en el vuelo desde Salt Lake City2020 by Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved.
                                                          

Uno de los que se vio beneficiado con este esfuerzo conjunto es Franco Fuentes, chileno de Valparaíso, quien se encontraba en McAllen, Texas, al momento de la cancelación masiva de vuelos quedando varado en Estados Unidos. Tras muchos días intentando volver, personal del consulado en Los Angeles lo contactaron, le comentaron del vuelo que realizaría la Iglesia  e hicieron las gestiones para que pudiera viajar en él. Inmediatamente hizo los arreglos para llegar hasta Salt Lake City, Utah para alcanzarlo. Preguntado de cómo fue su vuelo, manifestó que se sintió bien de viajar con misioneros en el avión, ya que el también es creyente y asiste a una congregación cristiana en Curauma.  Agregó que su experiencia general en este vuelo fue muy buena y que "todos se portaron un siete" y que no tuvo que pagar nada para volver en él. Finalmente expresó su "agradecimiento a la Iglesia por él y por el grupo de más o menos 50 personas que viajaron y no tenían como regresar al pais."

                              

El Elder Juan Pablo Villar, miembro de la Presidencia del Área Sudamérica Sur y que tuvo una participación importante en las tratativas con el gobierno sobre este asunto, en conversación con la sala de prensa comentó de la siguiente manera:

¿De qué se trata la colaboración que la Iglesia está prestando al Estado chileno?

Elder Villar: Ya que la iglesia está realizando un gran esfuerzo para repatriar a los miles de misioneros alrededor del mundo y muchas veces contra el tiempo debido a las restricciones que muchos estados están implementando, la Iglesia, junto a la cancillería chilena y por pedido del Ministro de Relaciones Exteriores, Teodoro Ribera, coordinó la ayuda para chilenos que se encuentren varados en EEUU producto de las restricciones en los vuelos. Un avión charter que venia a buscar a misioneros americanos a Chile, fue puesto a disposición del gobierno y muchos compatriotas fueron acomodados en ese vuelo que partió de Salt Lake City el domingo 29 de abril.

¿Cómo se gestó esa ayuda?

Elder Villar: Mi entendimiento es que el ministro Teodoro Ribera instruyó a las embajadas para que gestionaran la ayuda a muchos compatriotas que se encuentran en diferentes partes del mundo en similares circunstancias. La embajada de Chile en Washington contactó las oficinas de la Iglesia en Salt Lake City y luego el Ministro Ribera contactó a la presidencia del Área Sudamérica Sur para formalizar la solicitud. Realmente se trabajó con mucha premura, pero finalmente los resultados fueron una bendición para muchos.

¿Tuvo esta ayuda algún costo?

Elder Villar: Esta gestión y repatriación es parte de la ayuda humanitaria que realiza nuestra iglesia en muchos ámbitos y no tuvo costo alguno para quienes fueron beneficiados o para el gobierno de Chile.

¿Por qué la Iglesia hace esto?

Elder Villar: Es parte de lo que Cristo nos ha mandado a hacer, amar a nuestro prójimo y servirle. Es en estos momentos de dificultad cuando las palabras y enseñanzas del Salvador toman mayor relevancia para quienes decimos ser sus discípulos.

¿Cuáles son algunos de sus sentimientos al ser un actor de este trabajo en conjunto con la Cancillería de Chile?

Elder Villar: Nos sentimos dichosos de poder servir y aportar en algo para el consuelo de muchas personas y familias que están sufriendo producto de esta pandemia. Sabemos que es una ayuda que en algo mitiga el impacto de esas familias afectadas, pero por sobre todo nos sentimos con gozo al poder ministrar a nuestros hermanos, miembros y no miembros de esta iglesia.

   
                                                            

Colaboración para ampliar el número de camas para hospitalizaciones de menor riesgo

Ante el incremento importante del número de contagiados, era previsible  que la capacidad de las instalaciones hospitalarias se viera sobrepasada en algún momento. Esta situación llevó a las autoridades de la salud a tomar medidas para mitigar esa eventual carencia. Es así que, por ejemplo, la directora del hospital de San Antonio expresó a las autoridades de la Iglesia la necesidad de contar con más camas para el cuidado de pacientes infectados, pero de menor riesgo. Dada la cercanía de la capilla con el hospital y confluyendo también otras cincunstancias que hacían viable la solicitud, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días facilitó sin costo y en préstamo de uso al hospital y a toda la comunidad de San Antonio, el centro de reuniones ubicado a pocos metros del hospital para que sirva como un anexo de éste en el cuidado de los pacientes contagiados con el Covid-19 que no requieran cuidados intensivos.

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días envía suministros a China para ayudar a habitantes y médicos del país en la lucha contra el brote de coronavirus. 
Un trabajador del Almacén Central de la Iglesia en Salt Lake City carga suministros que fueron enviado a China para ayudar contra el brote de coronavirus.© 2020 by Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved.
                   Donación de insumos  y capacitación a países para enfrentar el avance del virus

Para ayudar a mitigar los efectos de la pandemia de coronavirus COVID-19 en el mundo, la organización Servicios Caritativos de los Santos de los Últimos Días brinda apoyo, provisiones y financiamiento a 16 países.

Entre los donativos que ha realizado el brazo humanitario de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días está el brindar suministros y materias primas para atención médica en hospitales y salas de urgencias para el personal médico y el cuidado de pacientes.

Por el momento, la Iglesia de Jesucristo, a través de Servicios Caritativos de los Santos de los Últimos Días, ha logrado proveer ayuda en Camboya, China, República Dominicana, Guatemala, Hong Kong, Italia, Irán, Japón, Mongolia, Filipinas, Singapur, Corea del Sur, Taiwán, Tailandia, Estados Unidos y Vietnam.

La ayuda incluye la capacitación a profesionales de la salud para que puedan proporcionar apoyo físico, mental y emocional a los pacientes y sus familias. Se proporcionan además fondos y suministros para ayudar con la prevención y el tratamiento de COVID-19

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