Nota de prensa

La Iglesia hace donación para el cuidado de los adultos en riesgo en medio de la Pandemia COVID19

Primera Dama de la Nación, Cecilia Morel Montes, agradeció la ayuda entregada por la Iglesia

    

"El aporte que su institución entregó, ha sido muy valorado y recibido con mucho agrado por las personas mayores, en situación de dependencia y vulnerabilidad socioeconómica, quienes además son unas de las poblaciones con mayores riesgos frente a la pandemia COVID19", señaló la señora Cecilia Morel, Primera Dama de la Nación, en una carta agradeciendo a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días por la ayuda brindada.

La ayuda consiste en una importante donación compuesta por 30 catres clínicos con sus respectivos colchones que serán usados en la Residencia Transitoria para el Adulto Mayor ubicada en la Casa de Retiro de los Jesuitas en la comuna de Padre Hurtado, Santiago. 

A la ceremonia de donación asitió el director nacional del Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA), Octavio Vergara, junto a la Seremi de Desarrollo Social, Catherine Rodríguez, por parte del gobierno. En representación de la Iglesia estuvieron los líderes de la Iglesia en Santiago, presidentes Eduardo Barrales (Estaca Cordillera) y Marco Antonio Vidal (Estaca Peñaflor). 

Adicionalmente, la Iglesia aportó 2000 mascarillas, 50 sábanas de 1 plaza, 10 bidones de 5 litros de alcohol gel, 200 batas médicas y 1 lavadora de 20 kilos de capacidad, para la Fundación para un Hermano EDUCERE, que opera bajo la supervisión de la SEREMI de Desarrollo Social y Familia en Bajos de Mena, Puente Alto. Ocasión en que, en palabras de la seremi Rodriguez, "la Iglesia no dudó un segundo en apoyar y ayudar"  con parte de los suministros para instalar un albergue en beneficio de adultos mayores en situación de calle que estaban afectados por el Covid19.

 

El director de SENAMA, Octavio Vergara, agradeció la donación, destacando “que esta acción nos habla del espíritu que está detrás, que este desafío lo debemos enfrentar juntos. Estamos muy agradecidos de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y también en esta alianza con la Iglesia Católica, la que a través de la congregación Jesuita, nos ha facilitado el espacio físico para esta residencia transitoria, y ahora con estos catres clínicos podremos entregar un servicio de calidad como se merecen las personas mayores”.

"Un privilegio para nosotros participar y ayudar. Sentimos que es la caridad, es el amor puro de Cristo el que se refleja aquí unidos con los Jesuitas y los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Útimos Días  en un propósito único, ayudar a nuestros adultos mayores. Ellos son y deben ser siempre la preocupación de una sociedad unida", señaló el Presidente Vidal en referencia a lo que motiva a la Iglesia de Jesucristo a unirse con otros y contribuir al cuidado de los más necesitados. 

Con relación a la unión de recursos de dos iglesias para ayudar, como se dío en esta ocasión, la Seremi de Desarrollo Social  y la Familia, Catherine  Rodriguez indicó que el gobierno lo toma "con alegría y con el corazón abierto, porque es lo que esperamos de todos los integrantes de la sociedad. Es decir, de esta (la crisis de la pandemia) salimos entre todos. Cuando trabajamos en conjunto hacemos cosas lindas y esto es un ejemplo lo que está pasado hoy con la Iglesia Católica y La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y el gobierno".

                                

Por su parte, el Presidente Barrales indicó: "Como miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días para nosotros es importante ser parte de la comunidad y ser parte de la comunidad significa escuchar estos llamados. Poder ofrecer nuestra ayuda, nuestros talentos y poder servir a la comunidad", señaló. Luego hizo un llamado a los miembros de la Iglesia a ponerse a disposición de la autoridad para servir de la manera que sea necesaria.

Los servicios de Ayuda Humanitaria de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días están prestando ayuda en más de 57 países afectados por el COVID-19.

En Chile se han desarrollado importantes proyectos de ayuda en todo el territorio nacional, desde la facilitación de edificios para ser usados como extenciones hospitalarias, pasando por donación de suministros médicos a varios CESFAM, hospitales, vuelos de repatriación de cuidadanos, donación de sangre, ayuda en la recuperación de espacios para adultos mayores, voluntariado para diversas tareas de ayuda, etc.

Los fondos para la Ayuda Humanitaria que entrega la Iglesia provienen de las donaciones voluntarias de los miembros de ésta en el mundo. 

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