“Los miembros han dado el ancho. Desde el primer momento se ha manifestado el espíritu de servicio al que los miembros de la Iglesia en Valparaíso nos tienen acostumbrados”. Comentó el Obispo Cristofer Durán, líder local de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días del sector siniestrado.
Durante los días posteriores al incendio, más de 300 voluntarios de la Iglesia han prestado servicio trabajando en la remoción de escombros y limpieza de los sectores más afectados. Tambien se han entregado donaciones en la capilla del sector la que ha funcionado como centro de acopio de ropa, alimentos y artículos de aseo.
La Emergencia.
La tarde del pasado martes 24 de diciembre mientras la ciudad de Valparaíso se preparaba para celebrar la Navidad, un terrible incendio azotó los cerros San Roque y Rocuant de la ciudad de Valparaíso, dejando más de 245 casas destruidas y alrededor de mil personas damnificadas. Entre los afectados por el siniestro se encontraban ocho familias de miembros de la Iglesia, algunas de las cuales perdieron completamente sus viviendas
Ante este negativo escenario los líderes de la Iglesia se propusieron a "llevar luz" a los que sufrían y actuando con rapidez organizaron a los voluntarios para dar atención y servicio a los que más lo necesitaban.
El mismo día martes 24 la capilla de la Iglesia en el Cerro O’Higgins de Valparaíso fue abierta a la comunidad como albergue temporal, recibiendo a miembros de la Iglesia y vecinos que tuvieron que evacuar sus hogares ante el peligro de que el fuego consumiera sus hogares.
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La Ayuda
Al día siguiente, en plena Navidad y mientras el siniestro aún estaba activo en algunos sectores, bajo las dirección del Presidente Julio Castillo, líder de la Iglesia en Valparaíso, el Obispo Durán junto a los voluntarios se trasladaron a los hogares de los afectados para brindar ayuda temporal y espiritual y comenzar el arduo proceso de limpieza y reconstrucción. Las labores han sido coordinadas con el señor Ezio Passadore Soto, Director de Protección Civil y Emergencias de la Ilustre Municipalidad de Valparaíso.
Lo que se vivió durante los siguientes días fue una experiencia que la Iglesia en Valparaíso ya conoce bien. Los lideres del Sacerdocio local se organizaron para servir con el apoyo de voluntarios de las congregaciones de la Iglesia ubicadas en las ciudades de Valparaíso, Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana.
El Elder Antonio Faundez, líder de la Iglesia a nivel Sud Américano, recorrió los sectores afectados, trabajó en terreno y brindó soporte espiritual a quienes se esforzaban por volver a levantar sus viviendas.
Además de los líderes comunales, los voluntarios de la Iglesia portando los ya característicos petos de Manos que Ayudan, han trabajado mano a mano con otras organizaciones de la sociedad civil en la zona de la emergencia. Los Bomberos, la Defensa Civil, estudiantes universitarios, miembros de otras iglesias e incluso barras de Clubes Deportivos se han hecho presente y han compartido labores con los miembros y misioneros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días.